"Situación
en la que una persona con mayor jerarquía ejerce una violencia extrema, de
forma sistemática, recurrente y durante un tiempo prolongado, sobre otra
persona o personas en su lugar de trabajo con la finalidad de destruir las
redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación,
perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que, finalmente, esa persona o
personas acaben abandonando el puesto de trabajo".
Heinz Leymann - doctor en Psicología del Trabajo.
El concepto de mobbing es relativamente reciente.
En sí, fue acuñado por el etólogo Konrad Lorenz quien
observó un comportamiento particular en determinadas especies animales:
vio que en ciertos casos los individuos del grupo se unían, aliaban, para atacar
sistemáticamente a otro miembro del grupo.
Para definir esta situación utilizó el verbo inglés “To
mob” que se define como atacar con violencia, de allí deviene el término que
hoy nos convoca.
Lo más complicado del
acoso moral y psicológico en el trabajo es detectar cuándo comienza y porqué.
Hay que tener bien claro que el mobbing es intencional, dista mucho de ser un daño sin
intención. Para El Sistema Argentino de
información Jurídica (www.saij.jus.gov.ar) las razones pueden ser de orden
personal, o bien profesionales, obedeciendo a considerar en primer lugar las
cualidades de la víctima.
Sean cuales fueran
las cualidades que reúne la víctima en su particularidad, o por lo menos
para el hostigador o mediocre, conducen a este último a efectuar estrategias
dirigidas a la destrucción física y moral de la víctima, ya sea por sentirlo
una amenaza a futuro o solamente por la satisfacción de sus necesidades
particulares (sí, señores, hay gente que goza con estos accionares y como
muchos de los procedimientos psicopáticos constan de un método
observable).
Se sostiene que el
acosador primero observa, estudia a la víctima, averigua cosas de él para saber
cuáles son sus puntos débiles a socavar, luego genera un conflicto
responsabilizando a la víctima generando confusión en el entorno. Por último el hostigador pone en
práctica toda la estrategia del acoso utilizando sistemáticamente y
durante un tiempo prolongado una serie de comportamientos perversos para
ridiculizar, atrapar socialmente y someter psicológicamente a la víctima
hasta su desmoronamiento. Esta es la parte más feroz del mobbing.
El acosador, dada su
mayor jerarquía, busca apoyo entre los demás miembros desacreditando
al damnificado e incluso utilizando estrategias que implican represalias para
los otros que no lo apoyen. Así es que generalmente la víctima se siente
culpable llegándose a preguntar qué es lo que hace mal, de este modo
comienza la angustia. Niega las evidencias de la agresión confundido por
la pasividad, rechazo o ignorancia del resto del grupo al que pertenece.
Es una etapa
prolongada, sistematizada, sutil de agresión ininterrumpida que
termina por roer el estado anímico de la víctima por acumulación de estímulos aversivos.
A continuación se mencionan algunos de los accionares más habituales
implicados en el mobbin:
a) Ataque a la
víctima a través de medidas organizacionales.
- Designar los trabajos peores o más degradantes.
- Designar trabajos notoriamente innecesarios, monótonos o repetitivos.
- Designar tareas notoriamente por debajo de sus habilidades.
- No asignar ningún tipo de trabajo.
- Exceso de trabajo (presión injustificada o establecer plazos imposibles de cumplir).
- Cambios de puesto sin previo aviso, intentos persistentes de desmoralizar o retirar ámbitos de responsabilidad sin justificación.
b) Aislamiento social.
- Restringir las posibilidades de comunicación por parte del superior o de los compañeros, impidiéndole plantear lo que sucede.
- Traslado a un puesto de trabajo aislado.
- Ignorar a la persona o no dirigirle la palabra.
c) Ataques a la vida
privada de la persona.
- Críticas constantes a la vida privada.
- Atribución de fallos psicológicos y de falsas enfermedades.
- Burlarse de algún defecto personal.
- Imitar los gestos y cualidades de la víctima.
- Ataques a las actitudes y creencias políticas y/o religiosas.
d) Violencia física.
- Acoso o violencia sexual.
- Amenazas de violencia física.
- Maltrato físico.
e) Agresiones verbales.
- Gritar o insultar.
- Acoso o violencia sexual verbal.
- Críticas permanentes al trabajo de la persona.
- Amenazas verbales, humillaciones constantes.
Claro que todo esto es un proceso que
comienza y se desarrolla prolija y minuciosamente, en el cual, todas las
agresiones son ejercidas de tal manera que en muchas ocasiones todo transcurre
muy solapadamente, así es que al principio la víctima llega, generalmente, a
re-plantearse si realmente es víctima de agresiones o es el parecer de su
percepción, el agresor confunde y lo hace adrede, aplica el doble discurso, lo
aliena. Para cuando la
víctima toma conocimiento de
lo que pasa, ya está sometida y dañada por la agresión. En el mejor de los casos puede
buscar y acceder a la asistencia de psicólogos y/o psiquiatras conjuntamente
con la de un buen abogado laboral.
Por otro lado es importantísimo tener
presente que se debe conseguir
prontamente el contacto “0” con el agresor.
prontamente el contacto “0” con el agresor.
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